EL VERGONZOSO KIT DE PAELA MIXTA DE IKEA: POLLO, LONGANIZA, CRUSTÁCEOS Y, OJO, ARROZ

Nunca he entendido la obsesión de algunos que se identifican ante la sociedad española como restauradores de denominar PAELLA a cualquier arroz con ingredientes de lo más variapinto. En el número 1 de las aberraciones culinarias estarían los GUISANTES y el PIMIENTO ROJO, eso sí, colocado en tiras en forma de aspas de molino para dejar sin habla a los sufridos clientes. Un clásico en cualquier bar-restaurante de tres al cuarto radicado en los más extravagantes barrios de alguna ciudad española, de norte a sur y de este a oeste. A veces se incluye en el menú del día y en otras ocasiones la supuesta paella está en la carta del restaurante de turno a un precio desorbitado.
Pero que una multinacional como IKEA con cientos de cocineros cualificados en los fogones de sus restaurantes ponga a la venta en sus tiendas de España (a excepción de la de Valencia para evitar males mayores) un KIT DE PAELLA MIXTA me ha dejado descolocado. Me gustaría ponerle cara y ojitos (seguro que son azulitos-suecos) al 'ingeniero' al que se le ha ocurrido la idea de vender esa porquería calificada como paella a los miles de clientes que cada día se dan una vuelta por las tiendas de la compañía en nuestro país. El kit para dos o tres comensales tiene los siguientes ingredientes: POLLO, LONGANIZA, CRUSTÁCEOS y, como es lógico, la base de la paella una bolsita de arroz (¿que tipo?). El plato preparado se sirve en 20 minutos. Para rematar la incongruencia en la cajita se puede leer: 100% NATURAL (ojo al dato que día el maestro García) y un clásico: bajo contenido en SAL. ¿Qué os parece?
Me cuenta una amigo que tuvo la tentación de comprar el kit de la paella que el sabor es asqueroso. "No se la daría ni a un naúfrago en una isla desierta", me dice convencido. Como será de mala la experiencia para que mi amigote de 100 kilos de peso -un glotón de primera división- me puntúe con un ROSCO (como dirían los amantes del tenis) en su valoración gastronómica.
Ingenuo de mí me pregunto lo siguiente: ¿que necesidad tiene IKEA de vender este kit de paella vomitivo en sus establecimientos? ¿no sería mejor ponerse en manos de un maestro paellero valenciano para conseguir la mejor paella envasada que se pueda comprar en España? Bueno espero que alguno de los jefazos de la compañía sueca lea la reflexión, aunque sólo sea para comprar el kit y descubrir en los fogones de su domicilio que el producto que su firma vende y que se denomina PAELLA es una PORQUERÍA.