Según explican, en estas dos primeras semanas unas 150 personas ya han hecho uso del servicio, tanto en la versión de compra por internet en la que el usuario recoge su pedido sin colas (con un coste de 16 euros), como en la modalidad en que IKEA envía a domicilio toda la compra (55 euros, aunque el precio crece dependiendo de la distancia y tamaño del pedido).
Carmen Spinola |
De esas 150 compras, el 74% corresponden a clientes de Valencia; el 12% a Castelló y un 11% a Alicante. De hecho, una de las ideas que destacan desde la compañía es que la aparición del nuevo canal de venta pone a IKEA en el foco de nuevos mercados que hasta ahora no consideraban la compra, por la lejanía.
Junto a Valencia, la tienda de Barakaldo está incorporando este nuevo canal de venta, aunque la previsión de la compañía es extenderlo a toda la red a partir de los próximos meses. El sistema busca situar a Ikea en un negocio digital imparable en España, que crece a ritmos superiores al 20% trimestral desde hace varios años. Según datos de Competencia (CNMC), el volumen anual de negocio supera los 5.300 millones el pasado 2015, cifra récord que continúa creciendo.