domingo, 28 de enero de 2018

MUERE EL FUNDADOR DE IKEA A LOS 91 AÑOS: DEJA UNA FORTUNA DE 47.200 MILLONES DE EUROS


El fundador de IKEA, Feodor Ingvar Kamprad,  fotografiado en 2006 en Madrid.
El fundador de IKEA, Feodor Ingvar Kamprad, murió ayer 27 de enero a los 91 años tras una vida dedicada a su exitosa empresa, que creó de la nada, y a la que transmitió su obsesión por la democratización del diseño y la eficiencia. Fue este sábado en su casa en Småland (sur de Suecia), de forma tranquila y rodeado de sus familiares y amigos tras una "corta enfermedad".  Con una fortuna estimada por Bloomberg de 47.200 millones de euros, deja un imperio que emplea en la actualidad a 190.000 personas en varias partes del mundo y genera un volumen de negocio de 36.300 millones de euros. La historia del gigante de la decoración tiene mucho que ver con la del propio Kamprad, nacido en el seno de una familia pobre en 1926 en Småland, al sur de Suecia. Creció en “Elmtaryd”, una granja de Agunnaryd. "Cuando tenía cinco años, Ingvar Kamprad comenzó vendiendo cerillas a sus vecinos, y a los siete, amplió su zona de ventas montado en su bicicleta. Se dio cuenta de que podía comprar cerillas al por mayor y a muy bajo precio en Estocolmo para después venderlas al por menor a precios también bajos pero obteniendo un buen beneficio", cuenta la cadena en la biografía de su fundador. "La venta de cerillas la complementó con la de semillas, postales, adornos para árboles de Navidad, y más tarde, plumas y bolígrafos".
El comerciante de muebles fundó la cadena en 1943 con el dinero que su padre le había dado a los 17 años por "los buenos resultados que obtuvo en sus estudios". Eligió el nombre uniendo sus iniciales IK con las primeras letras de la granja y el pueblo donde creció. Solo un año después comenzó anunciándose en periódicos locales y utilizando una camioneta de reparto de leche para entregar sus productos. En un principio contaba con proveedores locales, y tras seis años fue capaz de lanzar su primer catálogo (1951). La primera exposición de muebles se abrió en Älmhult (Suecia) en 1953 y la primera tienda, en 1958.
El resto de la trayectoria del grupo ha estado marcada por el crecimiento en ventas y por la cultura de empresa que Kamprad quiso imprimir. Siempre presumió de ser autodidacta y de formarse en el trabajo diario en la calle, en contacto con proveedores y trabajadores. Austero hasta el límite ("No creo que haya una sola prenda de las que me pongo que no haya sido comprada en un mercadillo de segunda mano. Eso significa que quiero dar buen ejemplo", decía), le gustaba pasear por bucólicos bosques, compraba en el supermercado de su pueblo y no le importaba hacerse con productos a punto de caducar. Nunca ocultó, como recuerda el New York Times, su afición al alcohol, que decía tener controlada con tratamientos depurativos varias veces al año. En 1986 dejó la dirección de Ikea para seguir como asesor y en 2013 anunció su decisión de abandonar el consejo de administración, que dejó en manos de uno de sus tres hijos, Mathias Kamprad. Dos años antes había muerto su segunda mujer, Margaretha Sennert, con la que se casó en 1963.
De lo que siempre se arrepintió el fundador del imperio del mueble fue de su pasado como simpatizante del fascismo a través de Nueva Suecia en Movimiento en la década de 1940. Fue en 1994, cuando el el periódico de Estocolmo Expressen descubrió que su nombre figuraba en los archivos de Per Engdahl, un fascista sueco. "Fue el error más estúpido de mi vida", reconoció el fundador de Ikea, argumentando que había sido influido por una abuela alemana y por la visión de una Europa "socialista no comunista". También fue muy criticada su decisión de vivir en Suiza para evitar los elevados impuestos suecos, aunque en 2014 fijó su domicilio en su país después de una reorganización del grupo.
Una de sus obsesiones fue siempre el transmitir a todos y cada uno de los miembros de la empresa los valores de trabajo y servicio al cliente de IKEA. Viajaba en clase turista, conducía un coche sencillo y se alojaba en hoteles económicos. Quizá esa obsesión por el ahorro se acabó proyectando demasiado en su imperio. En diciembre del año pasado, la Comisión Europea dio a conocer una investigación sobre la estrategia que utiliza la multinacional sueca para reducir significativamente el pago de impuestos en Europa. El Ejecutivo comunitario está estudiando dos trajes fiscales a medida que Holanda ofreció a la multinacional y que erosionaban sustancialmente —uno de ellos aún se aplica— los beneficios sujetos a tributación. Un estudio de Los Verdes en el Parlamento Europeo, que propició esta investigación, estima esos supuestos beneficios fiscales en 1.000 millones de euros. Frente a ello, el grupo recuerda que uno de sus principios es "hacer negocios de forma responsable" como única vía "para conseguir un negocio rentable". El grupo pagó, en su último año fiscal, 825 millones de euros a nivel mundial en Impuesto de Sociedades, lo que equivale a un tipo impositivo efectivo del 24,9% (frente al 21,6% de 2016). La declaración de impuestos total, incluyendo otros impuestos y aranceles como los impuestos inmobiliarios, medioambientales y arancelarios ascienden a unos 1.260 millones de euros.
Tributación aparte, en los últimos años, Kamprad no dejó de trabajar incansablemente. Aunque estaba apartado de la línea ejecutiva, se interesaba por todo lo relacionado con Ikea y con sus trabajadores. España recibió su visita en 2006: protagonizó jornadas maratonianas pese a que ya tenía 80 años de edad. Los que lo conocieron recuerdan en especial su carácter: "Escuchaba, era muy cariñoso, se interesaba por todo", resume una empleada.

martes, 23 de enero de 2018

GABINETE DE CRISIS EN IKEA: EL CAMBIO DE PROVEEDORES GENERA EL CAOS EN EL REPARTO

Fernando H. Valls, periodista del digital La Información, ha publicado un interesante reportaje sobre los problemas que se están registrando en las tiendas de IKEA en España y el servicio de entrega de sus artículos. Son miles de incidencias por un servicio defectuoso. Por su interés lo reproducimos de forma íntegra.
Pedidos que son recibidos con retraso de varios días y semanas incluso, otros que directamente no llegan nunca, desperfectos en el material entregado, montajes defectuosos... Es la tónica habitual en IKEA en las últimas semanas. El resultado ha sido miles de incidencias por un servicio defectuoso y otros tantos clientes indignados con la situación. En la multinacional sueca ya se han puesto manos a la obra para solucionar esta crisis y han montado un plan de acción para atajar esta avalancha de incidencias lo antes posible.
El problema es de relativa envergadura. En primer lugar, un gran número de clientes de IKEA en España han visto como el servicio de transporte a domicilio y montaje de los muebles comprados sufre una demora importante: de las 48 horas que se fijaban antes de esta crisis a varias semanas en algunos casos. El problema viene cuando esas fechas acordadas no se cumplen y el retraso supera el mes, una situación desesperante para determinadas familias que desean amueblar su casa lo antes posible. 
Comprar online en la web de IKEA también se ha convertido en una pesadilla: "Compré varios muebles y no llegaron el mismo día, aunque hay stock luego te dicen que no te han llegado porque no había stock". La situación se complica cuando se solicita la presencia de un montador para un día concreto: "Pagué 29 euros extra para que acudiese el montador en una fecha concreta y nunca sucedió", explica un afectado.
Las críticas son habituales en los canales de comunicación que tiene IKEA con los clientes. El teléfono está saturado buena parte del día. En las redes sociales de la compañía se pueden leer mensajes como: "Desde hace tres semanas estoy esperando que alguien nos llame para darnos una explicación de por qué no han traído nuestro pedido online"; "¡me vais a dejar tirada por quinta vez ya! Quiero que me deis día y hora y que alquiléis una furgoneta para que me pueda traer mis muebles después de un mes"; o "es la tercera vez que me incumplen la entrega de un sofá y me dejan esperando, sin siquiera llamar para decir que no van a venir". Solo por citar tres de las miles de quejas. Admiten que existen numerosas reclamaciones por lo que está sucediendo y que la situación les supera Los mismos trabajadores de la compañía en las tiendas reconocen deficiencia y retrasos.
Para conocer qué es lo que ha ocurrido en IKEA hay que remontarse al pasado mes de octubre cuando la compañía decidió cambiar de proveedores para el servicio de transporte, instalación y montaje de sus muebles. La multinacional eligió a siete empresas para, a partir del 1 de enero de este año, dar respuesta a las 600.000 peticiones de servicio anuales y en torno a 180.000 de montaje. En medio de esta transición es cuando se ha producido el caos. 
Un grupo de operarios montan en una casa muebles de IKEA.
Fuentes de IKEA reconocen a La Información que han cometido "errores" y que se han debido al "cambio de proveedores de servicios y del proceso técnico de adaptación de sistemas que eso conlleva". "Ese cambio de proveedores se enmarca en nuestro objetivo de ofrecer el servicio de calidad que queremos para nuestros clientes y dar respuesta a una demanda creciente en el entorno multicanal", añaden desde la multinacional sueca.
Por otro lado, la compañía ha iniciado un proceso para responder personalmente a todos los afectados, especialmente en las redes sociales. Les piden su número de contrato y les están llamando por teléfono de manera individualizada para programar una nueva cita con los repartidores y/o montadores. "Nos entristece profundamente haber fallado en ese sentido pero estamos en el camino para ofrecer el mejor de los servicios en el menor tiempo posible", afirman desde IKEA.

miércoles, 3 de enero de 2018

EL ESPAÑOL QUE MÁS MANDA EN IKEA LLEGÓ A LA COMPAÑÍA EN UNA CENA DE NAVIDAD DE SU MUJER

Juvencio Maeztu es desde el primero de enero director mundial de Sostenibilidad y miembro del Comité de Dirección Mundial de IKEA
La corresponsal del diario El Mundo en Cádiz, la periodista Laura Garofáno, publicó el pasado domingo 24 de diciembre un interesante perfil del gaditano Juvencio Maeztu Herrera, de 49 años quien desde el primero de enero forma parte del comité internacional de dirección del grupo sueco.
Tuvo, como en la película, un pasaje a la India acompañado por su mujer y sus dos hijos. Allí se dio cuenta de que "somos muy pequeños en el mundo". "Y después de seis años que llevo allí, parece que no lo hago mal, porque todavía no me han echado", decía con humildad Juvencio Maeztu este verano en una charla ante emprendedores de la Universidad de Cádiz, que escuchaban con asombro y admiración al jefazo de IKEA en la India, "que es de Cádiz". Meses más tarde, a Juvencio no sólo no lo han echado, sino que en Delhi lo han nombrado director mundial de Sostenibilidad y miembro del Comité de Dirección Mundial... del Grupo IKEA, convirtiéndose de facto en el español que más manda en el gigante sueco.
Pero, ¿quién es Juvencio Maeztu? Este gaditano de 49 años proviene de una familia bien y con inquietudes sociales y culturales, tremendamente unida, que siempre dio importancia a los estudios, a la formación y al entusiasmo en lo que hacían. Su padre era oriundo de Medina Sidonia (Cádiz), pero se afincaron en El Puerto de Santa María. Es el único hermano de cuatro hermanas. "Pero nos hemos encargado de que creciera sin un privilegio por ello", subraya su hermana Beatriz, que le describe como "campechano, cercano, noble y sobre todo, muy auténtico". Como buen gaditano, "le encanta el carnaval, además, él tiene lo que se dice el arte de Cádiz. Te partes de risa con él".
Juvencio Maeztu en una fotografía tomanda en un centro de la India.

Sentido del humor, y ganar en las distancias cortas, unido a una sólida y brillante formación, son parte de la explicación de su llegada a IKEA. Fue el resultado de las cenas de navidad como las que han tenido lugar en estos días. En su caso, fueron varias: Carmen, su mujer, ya trabajaba en la compañía, y Juvencio la acompañaba todos los años: el jefe de Carmen le animaba, cada año, cuando lo veía y charlaban en estos eventos, a que entrase a trabajar en la multinacional sueca. Lo hizo en el año 2000, cuando dejó su puesto directivo en una empresa madrileña y entró a formar parte de la IKEA family.
En sus 17 años en la compañía ha desempeñado varios cargos: jefe de centro en Madrid y Sevilla, y director de Recursos Humanos de España y Portugal. El salto internacional en la empresa lo dio como director del centro insignia mundial de IKEA en Reino Unido y como miembro del Executive Management en este país. Fue allí donde se le planteó el reto cuyo éxito es la clave del nombramiento que lo ha hecho noticia: montar la estructura de la empresa sueca en India. Allí aplicó la fórmula de combinar realidad económica y social para lograr solidez como base de un proyecto duradero y de futuro. IKEA detalla a Crónica que Juvencio, como CEO del emporio sueco en India, "ha cosechado muchos éxitos en este mercado".
Pero además, Juvencio tiene abolengo. Su padre, Juvencio Maeztu y Gregorio de Tejada, ya fallecido, fue vicepresidente de Unicaja y delegado del Estado para la Zona Franca de Cádiz. Su gestión en el recinto fiscal del Estado se centró en iniciar la modernización del ente, y su paso por Unicaja es recordado todavía hoy, hasta el punto de que da nombre a la Biblioteca de Temas Gaditanos de la Fundación. El nuevo Chief Sustainability Officer de Ikea es también sobrino del actual Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu y Gregorio de Tejada, ex sacerdote, abogado, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Sevilla... cura obrero de los de antes, comprometido socialmente y conocido por haber sido párroco de la iglesia del Cerro del Moro gaditano en 1969 y comisionado del Polígono Sur sevillano, dos barrios andaluces problemáticos donde nadie quería entrar excepto él. Otro tío suyo, Manuel Mariano, fue alcalde de Medina Sidonia.
Juvencio se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Cádiz en 1991, la primera promoción de esta facultad cuyo emblemático edificio se alza frente a la playa de La Caleta y a un famoso ficus centenario. Allí aprendió a conectar la formación universitaria con la realidad económica. Es un ex alumno distinguido con honor por la universidad por su brillante trayectoria profesional. En 2016 participó en su campaña promocional en la que reflexionaba que, con el tiempo, veía que "la utilidad de estudiar en la UCA fue precisamente pensar de forma creativa: cómo un mismo problema se puede solucionar desde distintos puntos de vista, y a partir de ahí, decidir cómo se continúa. Hoy es incluso más relevante, porque el mundo actual es mucho más complejo (...)". El actual decano de esta facultad, Manuel Larrán, fue su profesor. "Juven es brillante, trabajador, creativo y con don de gentes. Estas cualidades ya las tenía de estudiante... Además, es un amante de su tierra".