EL CONSELL PROHIBE A IKEA ABRIR LOS DOMINGOS PORQUE ALFAFAR NO ES ZONA TURÍSTICA

¿Irá IKEA a juicio para que se autorice la apertura dominical? El conseller Buch recula y ahora dice que espera consenso para no ir a los tribunales
El Ayuntamiento de Alfafar ha ganado la batalla. Contra pronóstico, la Dirección General de Comercio fallará a favor del municipio de l'Horta Sud e impedirá que IKEA abra los domingos y festivos de los meses de julio, agosto y septiembre y de las vacaciones de Pascua. Duro golpe comercial a IKEA ya que los domingos ya son el segundo día con más ventas de la semana en la Comunidad de Madrid. Pese a las manifestaciones públicas del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y del conseller de Comercio, Máximo Buch, finalmente ha imperado la naturaleza de la norma que rige la liberalización horaria. «La reflexión que se ha hecho es la siguiente: quienes acuden cada fin de semana a Alfafar a comprar en IKEA no son turistas, sino consumidores. Y, por lo tanto, no tiene razón de ser que se decrete la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT)». 
Buch, otro veleta de la política, aseguró hoy que "no está suficientemente acreditada en la solicitud el hecho de que realmente haya un número importante de turistas que vaya a Alfafar" y que "hay muchas personas que van a Alfafar a comprar, pero son personas del entorno próximo, de la ciudad de Valencia y de los pueblos de la provincia de Valencia", algo que a su juicio "no es realmente turístico". Tras la resolución de Comercio, se abre un plazo de 15 días para que las partes interesadas puedan "alegar y comentar lo que consideren oportuno", ha indicado Buch, quien asegura que no ha hablado todavía con Ikea aunque supone que "no estarán de acuerdo".
 "Puede ocurrir que IKEA recurra a los tribunales" y que, de hecho, "al final si no hay acuerdo cualquiera de las partes puede presentar un recurso contencioso", pero han llamado "al consenso precisamente para evitar que se acabe solventando el tema en los tribunales", afirmó Buch.
La decisión supone un giro de 180 grados en el conflicto entre el consistorio y la mercantil, puesto que los representantes del Consell, en diferentes ocasiones, consideraron a IKEA «parte afectada» por el cambio de opinión del alcalde del municipio, Juan Ramón Adsuara, que fue quien inició los trámites para decretar la ZGAT en Alfafar y permitir a la mercantil abrir los domingos y festivos de verano.

Clientes de IKEA Alfafar en la tienda el día de la inauguración.

No obstante, todo cambió tras las Elecciones Europeas del pasado 25 de mayo. Contra lo que había defendido hasta la fecha, el alcalde veleta Juan Ramón Adsuara anunció que había retirado la petición para liberalizar los horarios al considerar que la apertura dominical no supondría más empleo para el municipio, lo que provocó que IKEA moviera ficha y reclamara al Consell que se cumpliera lo que, según la multinacional sueca, se le había comunicado por escrito -Alfafar siempre negó tales notificaciones-. La inauguración de la tienda se celebró con este caldo de cultivo, con Adsuara distante y complicidad entre Fabra y la dirección del establecimiento. Más tarde, el presidente afirmaría que «hay que saber escuchar a los alcaldes y hacer ver que, en algunas cuestiones, se pueden conciliar los intereses del municipio con un interés mucho más amplio», aunque las declaraciones más duras las pronunciaría Buch, cuando declaró a Europa Press que «todo el problema» se había generado «por una mala gestión del Ayuntamiento de Alfafar». «Hubiéramos hecho cualquier cosa que nos hubiera dicho el consistorio, siempre que estuviera bien presentada, porque la ley estatal dice que los ayuntamientos deciden si abre una zona o no abre», añadía.

IKEA vende paellas donde cocinar el tradicional plato valenciano.

Mientras tanto, Adsuara se armaba de informes de diversas asociaciones de comerciantes y presionaba en base a la naturaleza de la ley, que establece que, pese a que es la administración la que decreta las ZGAT, son los ayuntamientos quienes se acogen a esta fórmula. El dirigente, que pertenece al mismo partido que el Gobierno valenciano (PP) llegó a amenazar incluso con llevar la decisión del Consell a los tribunales y reclamar ante la justicia el cierre cautelar de Ikea durante los domingos y festivos a la espera de que llegara una sentencia en firme, una medida de presión que parece haber dado sus frutos. Ahora sólo falta saber si será IKEA la que acuda a la justicia para defender sus intereses tras la vuelta de tuerca del Consell.