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Original decoración de las tazas de IKEAen la tienda de Valencia. |
Una lectora del blog me alerta. IKEA está acelerando el proceso de contratación para su tienda de Valencia por lo que aconsejo a los interesados que se den prisa en rellenar el formulario para postularse como candidatos. Elena, nombre ficticio de la lectora, fue una de los 100.000 candidatos en uno de los procesos de selección más importantes jamás registrado en una empresa española en los últimos años. Se quedó en el camino, pero ahora lo ha vuelto a intentar esperando conseguir un contrato a tiempo parcial. Lo más sorpendente es que Elena rellenó el formulario con las 60 preguntas y no pasó de ese trámite. Un frío correo electrónico, que en el blog un lector bautizó como el 'correo de la muerte', la dejó en la estacada a las primeras de cambio.
"La semana pasada volví a enviar mi currículum vitae y, por sorpresa, me llamaron al día siguiente para realizar la dinámica y la entrevista. La cita fue una semana después. A los pocos días volví a recibir una llamada para realizar otra entrevista", asegura Elena. Ahora espera una respuesta. ¿Después de tanta presión tras competir con 100.000 candidatos resulta que en 15 días puede estar dentro de IKEA? ¿Por qué IKEA no busca empleados en su bolsa de trabajo de 100.000 candidatos algo que prometió en su día cuando miles de personas fueron descartadas?
Hace días estuve una tarde de un día laborable visitando la tienda. La afluencia de clientes era buena, muchos niños con sus hijos (en septiembre no hay colegio por las tardes), muchas amas de casa con sus maridos y matrimonios en la sección de dormitorios buscando opciones para cambiar el cuarto del chaval por otro más cool. Lo que me llamó la atención fue el escaso número de empleados que había en el inmenso establecimiento y, lo que es peor, la actitud de alguno de ellos: poca amabilidad. Ya se sabe que en España algunos piensan que después de conseguir un empleo ya se pueden ir a dormir la siesta. Lo que no saben es que el salario hay que ganarlo día a día, sobre todo, para no llevarse un disgusto de un día para otro.
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