jueves, 13 de marzo de 2014

¿CON QUÉ COMPAÑERO DE LA DINÁMICA DE GRUPO TRABAJARÍAS Y CON QUIÉN NO?

Una llamada telefónica si sigues adelante en el proceso de selección o un correo electrónico para informarte que has sido descartado

Graziella salió disgustada de la dinámica colectiva. En un grupo de diez personas, todas ellas desconocidas hasta unos minutos antes, no era fácil dar lo mejor de uno mismo y más si dos de los candidatos llevan la voz cantante y dejan poco espacio al resto del grupo (justo lo contario que busca IKEA en sus tiendas: unión, solidaridad con el compañero, empatía con el resto de los empleados...). Algunos de los candidatos quedaron difuminados a las primeras de cambio. Algunos enmudecieron como si fueran una réplica de Harpo Marx. Nadie les oyó y, casi con toda seguridad, se descartaron en el primer round de la  selección. Allá ellos.
Pero sigamos con el relato. Una de las entrevistadoras vestida con el uniforme de IKEA llamó a la primera candidata, a la segunda, a la tercera mientras el resto del grupo conversaba sobre los más variados asuntos. Había que intentar relajarse antes pasar a un despacho en donde ahora sí, de manera individual, se iba a decidir el futuro de los candidatos.
  1. Una voz femenina le llamó por su nombre. Como he relatado en capítulos anteriores los 30 candidatos pretendían formar parte del departamento de ventas de la tienda de IKEA Alfafar. Al entrar en el despacho observó a las dos personas que le iban a realizar la decisiva entrevista personal. Les saludó y les entregó el currículum vitae en donde había colocado una bonita foto de carné. Antes de empezar, al igual que en la dinámica de grupo, "me pidieron que me relajase, que estuviese tranquila, en definitiva, que fuera yo misma. La verdad me relajé", asegura Graziella mucho tiempo después de aquella tensa jornada.
  2. Pero sabía que las cosas no iba a ser nada fáciles. Tenía que dar el máximo, tenía que empatizar con las entrevistadoras. Quería trabajar en IKEA Valencia y lo iba a conseguir. Aunque estaba preparada (había leído bastantes foros donde empleados de IKEA en España explicaban como habían superado el duro proceso de selección) se quedó descolocada cuando le formularon la primera pregunta: ¿Con que compañeros de la dinámica de grupo trabajarías y con quién no? Suspiró fondo y les dió su opinión. Descartó al candidato que no había abierto la boca durante la dinámica y una de las chicas que llevaba la voz cantante.
  3. Fue una conversación larga, con preguntas de manual y otras bastante más sencillas, aunque seguro que muchas de ellas estaban cargadas de una doble intención. 50 intensos minutos, mucho tiempo, para que cualquier persona que trabaja en el área de recursos humanos (donde se trabaja el aspecto psicológico) o es jefe de un departamento de ventas de una multinacional conozcan si el candidato es apto para formar parte de la gran familia IKEA.
  4. Aunque fueron muchas las preguntas os dejo algunas que le formularon a Graziella: ¿Sales contenta de la prueba? ¿si pudieras qué harías para cambiar la nota de la dinámica? ¿nunca te pondrías un 10? Así hasta completar casi una treintena de cuestiones.
  5. Tras acabar de formular las preguntas hablaron, de una manera distendida, sobre su expericiencia profesional. "me dio la sensación que habían estudiado mi currículum", recuerda Graziella. Como había tenido un trabajo temporal relacionado con el sector de ventas le formularon sobre la marcha un caso práctico que no desvelaré para salvaguardar la identidad de mi interlocutora. Una de las aspectos que le llamó la atención fue que no le preguntaron por sus conocimientos de otros IDIOMAS.
  6. Graziella creó una cierta empatía con las entrevisadoras que, al acabar la sesión, le dijeron que si continuaba en el proceso de selección le llamarían por teléfono y si no seguía adelante se lo comunicarían mediante un correo eléctrónico. No le dieron plazos, aunque Graziella recibió la llamada a mediados de febrero, pero esa es otra historia que os contaré mañana.

2 comentarios:

  1. No hay que decir el nombre de con quien no puedes trabajar, hay que decir que no hay nadie con quién no podrías trabajar.

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    1. Eso no es así. Creo que contestó bien y fue sincera. Si una empresa busca la uniformidad y conciliación entre empleados es normal que en una dinámica de grupo si ves que alguien anula a los demás por exceso de presencia y liderazgo digas que te sería incómodo trabajar con esa persona siempre que tenga tu mismo rango.

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