IKEA, el gigante sueco del mueble y la decoración, abre sus tiendas en la Comunidad de Madrid los domingos. Y el séptimo día de la semana ya es el segundo día con más ventas y facturación de la semana, después, lógicamente, del sábado, el día de compra preferido por el cliente en España. En Alfafar, el alcalde veleta Juan Ramón Adsuara se comprometió con la compañía sueca que la inversión de 60 millones de euros -ahora se asegura que han sido 98 millones (la multinacional tendría que desglosar de forma didáctica este millonario diferencial)- sería compensada de alguna forma con la apertura dominical, una baza muy importante para rentabilizar el millonario negocio en el menor tiempo posible. Pues a 5 días de la apertura IKEA no sabe sí podrá abrir los domingos. Parece que el alcalde quiere cambiar las reglas de juego con el partido empezado y eso está muy feo. Luego nos preguntamos en España porque en Europa no nos toman en serio. ¿Qué empresario se puede fiar de un alcalde como el señor Adsuara?
La directora de la tienda, Carolina García, aseguró el martes que están preparados para abrir en domingos y festivos y que cuentan con una bolsa de 40 preseleccionados para reforzar la plantilla inicial en caso de aprobarse esa medida, pero remarcó que "lo fundamental es respetar todas las regulaciones en materia comercial que existen". Y luego tenemos a la directiva bondadosa y sobradamente preparada que no se atreve a alzar la voz (miedo escénico) ante una injusticia que le va a costar millones de euros a la compañía para la que trabaja cuando la razón le asiste y su compañía va a aportar al Ayuntamiento de Alfafar el 9% de IBI, 15% en el tributo de actividades económicas y, entre otros datos, representa el 4% del presupuestos de la localidad.
Dos empleadas de IKEA en el Mercado de Tapinería de Valencia. |
La ex responsable de la tienda de Málaga afirma con la boca pequeña que IKEA “aún no se ha recibido comunicación oficial del Ayuntamiento de Alfafar sobre la posible retirada del decreto que permitirá abrir los domingos y festivos” pero afirmó que la tienda de Valencia-Alfafar, denominación con la que se conocerá la tienda, “está a la espera de que la Generalitat ratifique el decreto del ayuntamiento en el que se pide la libertad de horarios”.
IKEA tiene autorizados 10 domingos y festivos pero asegura, que tal y como figura en toda la cartelería, “si aprueba esa posibilidad, el horario sería de 10 a 22 horas de lunes a domingo". IKEA y el Ayuntamiento de Alfafar coincidirán el martes en un desayuno preparado el próximo martes a las ocho de la mañana con motivo de la apertura a las 10 de la primera tienda Ikea en la Comunitat Valenciana, después de un 'parto' que ha durado una década.
El martes el subdirector del periódico Levante-emv, Julio Monreal, escribía en su sección El Noray un artículo titulado DOMINGOS DE IKEA en donde dejaba en evidencia al alcalde de Alfafar, el veleta popular Juan Ramón Adsuara. Aquí tenéis el texto:
"Uno de los partos inversores más difíciles se resolvió con sorpresa y, después de negociar durante meses con Paterna, el gigante azul y amarillo del mueble eligió Alfafar. Parece que el alcalde prometió lo que no podia y ahora, tras un revés en las elecciones europeas y otra vuelta de tuerca del comercio local, que nunca ha dejado de apretar. IKEA se encuentra a pocos días de su debut en la Comunitat Valenciana y sin autorización para abrir los festivos.
Uno no va a IKEA con el carrito de la compra. Hay que hacerse con un coche amplio o incluso alquilar una furgoneta sin conductor y una parte del éxito de público de la marca (El económico irá como vaya) es su apertura en festivos, cuando la gente tiene tiempo y vehículo para acudir.
Por ello, parece poco probable que la firma sueca se embarcara en el proyecto de Alfafar sin tener claro que podría abrir los festivos. Incluso ahora ofrece 40 contratos más a cambio de la licencia para abrir los domingos.
Esto de los horarios es la eterna pulsión: los grandes quieren abrir siempre; los pequeños no pueden competir en horarios y prefieren cerrar los festivos y los consumidores desean libertad para elegir con todo, el abanico es grande.
Ahora Xirivella y Aldaia se plantean mantener la misma pauta que Alfafar lo que significa cerrar los festivos en Gran Turia y Bonaire.
Alfafar tiene derecho y legitimidad para decidir sobre los horarios, pero cambiar las condiciomes de una inversión así cuando ya está desembolsada es una tarjeta de visita muy mala. Fatal".
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