martes, 22 de abril de 2014

80 DE LOS CONTRATADOS PARA LA TIENDA DE IKEA EN ALFAFAR SON VECINOS DE LA LOCALIDAD

Una de las exigencias del Ayuntamiento de Alfafar a la multinacional IKEA para que se instalase en su término municipal (facilitar permisos, el preciptivo informe de impacto medioambiental, accesos, obras, apoyo de todo tipo..) ya sabéis hay que ser OBEDIENTE con el partido que gobierna (en este caso el Partido Popular de Alfafar), era conseguir que entre los 400 empleados de la tienda un elevado porcentaje de los contratados fueran vecinos de la localidad. Alfafar también tiene un desempleo altísimo y era una forma de hacer menguar la listas de parados en la oficina del Servef (Servicio Valenciano de Empleo y Formación) de la población. Parece que lo han conseguido ya que alrededor de 80 nuevos empleados están empadronados en Alfafar. Es decir, que la multinacional del mueble sólo ofrecían 320 empleos reales para el resto del planeta para la primera tienda de la provincia de Valencia. Ya que el resto estaban condicionados a un ridículo padrón municipal.  El alcalde popular José Ramón Adsuara sabe que se juega mucho ya que las elecciones están a la vuelta de la esquina (mayo de 2015), el viento no sopla a favor y que mejor carta de presentación que erguirse como el conseguidor del IKEA de Alfafar. Así son los políticos de cualquier signo en nuestra querida piel de toro y lo digo por experiencia ya que he tenido que lidiar con esta élite sin cualificar que corroe España de norte a sur y de este a oeste. Ya sabéis que los políticos sólo piensan en el ciudadano 15 días antes de las elecciones y después a sestear cuatro años ya que del sillón consistorial no sales ni con el caso de corrupción más grave, ni pillándote con un fajo de billete marcados. El maravilloso y añorado Tío Gilito tenía en sus pupilas el signo del dólar, mientras que los políticos tienen grabada a fuego leto una PAPELETA electoral en su cerebro.
Lo primero que hizo fue instalar 12 ordenadores (ojo al dato, que diría el maestro José María García) en el antiguo edificio de Bancaja para orientar como ejecutar el proceso de selección vía telemática.
Parece que había candidatos que no sabían ni encender un ordenador, ni rellenar un formulario que hasta niños de 11 años ejecutan con la mayor naturalidad en menos de 20 minutos.  El alcalde José Ramón Aldsura realizó unas declaraciones de primero de bachiller para demostrar lo que su Ayuntamiento estaba haciendo por los miles de vecinos que integran las listas del Servef. Podéis leerla, no vale reirse al acabar esta declaración de principios de este iluminado de la política que gobierna el consistorio valenciano:  “Es una muestra más del esfuerzo que este Ayuntamiento está realizando para dar respuesta eficaz a las oportunidades que Ikea ofrece a nuestros vecinos”. Se puede ser más básico. Vaya lumbrera.
No contento con está declaración de intenciones acabó el día con la siguiente perorata que avergonzaría a cualquier ser humano que sepa leer y escribir:  "Lejos de hacer política y realizar reproches infundados, todos debemos dedicarnos a hacer nuestro trabajo para asegurar que, una vez finalizado el proceso, nuestro municipio reduzca, de manera importante sus tasas de desempleo”. Ojo al dato. No sigo. Os dejo está reflexión ácida que espero que haya sido de vuestro interés.

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